La palabra, junto con el poder de la vibración, es capaz
de crear, sanar y también destruir.
La teoría indica que cuando focalizamos nuestra mente en algo, y a esto le sumamos el sentimiento y la emoción para finalmente expresarlo, estamos exteriorizando y materializando un poder que estará afectando los reinos de la materia.
La teoría indica que cuando focalizamos nuestra mente en algo, y a esto le sumamos el sentimiento y la emoción para finalmente expresarlo, estamos exteriorizando y materializando un poder que estará afectando los reinos de la materia.
Trancribo parte de un artículo que hace referencia al poder de la palabra respecto a nosotros y a todo lo que nos rodea. Desde una visión científica, hace referencia a los recursos guardados en nuestro ADN y la magia que se encuentra escondida en lo mas recóndito de nosotros, como un tesoro que estamos a punto de rescubrir, un tesoro inagotable y eterno.
"...Si cada uno de nosotros estuviésemos conscientes de que la energía liberada en
cada palabra afecta no sólo a quien se la dirigimos sino también a nosotros
mismos y al mundo que nos rodea, comenzaríamos a cuidar más lo que decimos.
...
Los estudios realizados por físicos cuánticos comienzan a redescubrir y validar
el enorme conocimiento olvidado de antiguas culturas ancestrales. Un
conocimiento que se encuentra aún escondido y olvidado y que nos aportaría el
poder de cambiar nuestro mundo.
...
Recientes investigaciones científica apuntan a que el ADN puede ser
influido y reprogramado por palabras y frecuencias, sin seccionar
ni reemplazar genes individuales. Solo el 10% de nuestro ADN se utiliza para
construir proteínas, y este pequeño porcentaje del total que compone el ADN es
el que estudian los investigadores occidentales. El otro
90% es considerado "ADN chatarra". Sin
embargo los investigadores, convencidos de que la naturaleza no es tonta,
reunieron a lingüistas y genetistas - en un estudio sin precedentes - para
explorar ese 90% de "ADN chatarra".
Los resultados arrojaron conclusiones impensadas: según los estudios, nuestro ADN no sólo es el responsable de la construcción de nuestro cuerpo, sino que también sirve como almacén de información y para la comunicación a toda escala de la biología. Los lingüistas rusos descubrieron que el código genético, especialmente en el aparentemente inútil 90%, sigue las mismas reglas de todos nuestros lenguajes humanos.
Compararon las reglas de sintaxis (la forma en que se colocan juntas las palabras para formar frases y oraciones), la semántica (el estudio del significado del lenguaje) y las reglas gramaticales básicas y así descubrieron que los alcalinos de nuestro ADN siguen una gramática regular y sí tienen reglas fijas, tal como nuestros idiomas. Por lo tanto, los lenguajes humanos no aparecieron po casualidad, sino que son un reflejo de nuestro ADN inherente....
...uno simplemente puede usar palabras y oraciones del lenguaje humano para influir sobre el ADN o reprogramarlo.
Los maestros espirituales y religiosos de la antigüedad han sabido, desde hace miles de años, que nuestro cuerpo se puede programar por medio del lenguaje, las palabras y el pensamiento.
La sorpresa mayor fue descubrir la manera en que el 90% del "ADN Chatarra" almacena la información.
"Imaginemos una biblioteca que en lugar de archivar miles de libros sólo guarda el alfabeto común a todos los libros, entonces, cuando uno solicita la información de un determinado libro, el alfabeto reúne todo lo contenido en sus páginas y nos lo pone a nuestra disposición", aclaró Garjajev.
Esto nos
abre las puertas a un misterio aún mayor: que la verdadera "biblioteca" estaría
fuera de nuestros cuerpos en algún lugar desconocido del cosmos y que
el ADN estaría en comunicación permanente con este recipiente universal de
conocimiento.
LA EVIDENCIA INESPERADA
El investigador Dan Winter, que desarrollara un programa informàtico para estudiar las ondas sinusoidales que emite el corazón bajo respuestas emocionales, en una fase de la investigación con sus colegas, Fred Wolf y Carlos Suárez, analizó las vibraciones del lenguaje hebreo con un espectrograma.
Es decir que la forma de cada letra era la exacta figura que formaba dicha longitud de onda al ser vocalizada. También comprobaron que los símbolos que conforman el alfabeto son representaciones geométricas.
En el caso del alfabeto hebreo, las 22 gráficos utilizados como letras son 22 nombres propios originalmente usados para designar diferentes estados o estructuras de una única energía cósmica sagrada, la cual es la esencia y semblanza de todo lo que es.
Las letras de los antiguos alfabetos son formas estructuradas de energía vibracional que proyectan fuerzas propias de la estructura geométrica de la creación. De esta manera, con el lenguaje se puede tanto crear como destruir. El ser humano potencia el poder contenido en los alfabetos al sumarle el poder de su propia intención.
Eso nos convierte en responsables directos de los procesos generadores o destructivos en la vida. y con tan solo ¡la palabra!..."
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