(pre) supongamos que...

La PNL está basada en lo que se ha dado en llamar presuposiciones. Se definen así ya que se presupone que son verdaderas y las tomamos como guías que definen nuestra actuación en los diversos contextos en los que nos desenvolvemos. 

No se pretende que estas presuposiciones tengan la certeza absoluta o sean universales pero, si se toman “como si” fuesen ciertas o verdaderas, estas constituyen un conjunto de herramientas que optimizaran nuestra vida y nuestras relaciones con los demás y con nosotros mismos, actuar como si estas presuposiciones fuesen verdaderas puede ayudarnos a obtener el máximo provecho de las experiencias.

Algunas presuposiciones:

• El mapa no es el territorio.
• Las personas responden a su mapa de la realidad y no a la realidad misma.
• Dado que las experiencias varían en las personas, no existen dos seres humanos que tengan los mismos mapas o modelos del mundo.
• Mente y cuerpo son parte del mismo sistema. Un cambio en uno afecta de algún modo al otro.
• Todo comportamiento tiene una intención positiva.
• Todo comportamiento es útil en determinado contexto.
• Las personas cuentan potencialmente con todos los recursos necesarios para cambiar y para actuar eficientemente. 
• El significado de nuestra comunicación se encuentra en la respuesta que obtenemos.
• Si es posible para alguien, es posible para mí.
• Si algo no funciona, haz otra cosa.

Las presuposiciones no se encuentran estandarizadas, varian dependiendo de los centros, entrenadores o autores que las comunican y la lista puede alargarse, la PNL es flexible en este sentido ya que la flexibilidad forma parte de su visión. El objetivo es que la persona tenga a su disposición todos los recursos para conseguir cambios positivos y eliminar barreras autolimitantes que impidan su desarrollo emocional interno y socializador.